Enfoque Global

Google rompe con Huawei

Este pasado fin de semana, Google anunció que impedirá a Huawei el uso de algunas actualizaciones dentro del sistema operativo Android, así como algunas de sus populares aplicaciones.

La medida se dio a conocer después de que el gobierno de Trump añadiera a Huawei a una lista de compañías con las que las empresas estadounidenses no pueden negociar a menos que tengan una licencia especial.

Trump junto a otros líderes occidentales temen que Huawei esté siendo utilizada por China como herramienta de espionaje, acusaciones que la firma niega con vehemencia.

Las restricciones impuestas a Huawei para acceder al sistema operativo Android de Google extenderán una larga sombra sobre el lanzamiento de los últimos dispositivos de la empresa china.

La compañía invitó a medios de todo el mundo a Londres, Reino Unido, para que este martes sean testigos del lanzamiento de sus teléfonos inteligentes Honor 20.

Se entiende que los dispositivos todavía ofrecerán la experiencia Android completa, incluido el uso de la tienda de aplicaciones Google Play.

Pero, a no ser que se resuelva antes el choque con el gobierno de Estados Unidos, las futuras versiones están destinadas a ofrecer una experiencia mucho más limitada.

¿Qué hizo Google exactamente?

El gigante tecnológico estadounidense suspendió toda la actividad de negocios con Huawei relacionada con transferencias de hardware, software y servicios técnicos no públicos.

Esto no quiere decir que Huawei haya perdido todo acceso a Android, ya que el sistema operativo es un proyecto de código abierto. Cualquier fabricante puede modificarlo e instalarlo en sus dispositivos sin necesidad de obtener permiso.

¿Cómo afecta esto a dispositivos de Huawei ya existentes?

Quienes tengan teléfonos de Huawei o de la subsidiaria Honor no se encontrarán con que de repente no pueden instalar nuevas apps o recibir actualizaciones de los servicios de Google.

La razón es que sus dispositivos ya han sido certificados mediante las pruebas de compatibilidad Compatibility Test Suite (CTS) y Vendor Test Suite (VTS).

En consecuencia, Google puede ofrecerles nuevas versiones de sus productos y autorizar descargas de su tienda Play sin tener que lidiar directamente con Huawei.

Sin embargo, el tema se hace más complejo cuando se trata de actualizaciones de seguridad.

En estos casos, normalmente Google les da a los fabricantes de dispositivos Android el código para sus parches de software un mes antes de revelar al público los detalles de las vulnerabilidades encontradas.

Esto les da a los fabricantes tiempo suficiente para comprobar que los parches no le causan problemas a su propio software y así poder preparar una versión de los parches a descargar.

Ahora, Huawei solo conocerá los parches el mismo día que sean revelados al Proyecto de Código Abierto de Android (AOSP, por sus siglas en inglés), lo que significa que habrá una demora antes de que los pueda distribuir.

Teóricamente, esto puede derivar en una situación en la que se revele una falla seria y los dispositivos de Huawei queden expuestos durante varios días o semanas.

¿Qué pasa con los nuevos teléfonos?

Los nuevos teléfonos no serán certificados y, en consecuencia, no podrán tener preinstalado los Google Mobile Services (GMS).

El GMS incluye una serie de las apps propias de Google: la tienda Google Play para apps, música y otros medios, Google Photos, YouTube, Google Maps, almacenamiento en la nube de Google Drive, llamadas de video Google Duo.

Algunos de estos servicios todavía serán accesibles a través de la web, pero para muchas personas esta opción es menos cómoda.

Esta pérdida no tendrá mucho impacto en usuarios radicados en China, que ya tienen bloqueado el acceso a la mayoría de las herramientas de Google, pero fuera de China puede ser un factor difícil de asumir para muchos consumidores.

Todavía podrán instalarse aplicaciones de terceros a través de tiendas alternativas o mediante un proceso que se conoce como sideloading (instalación manual de aplicaciones).

Pero Google impide que sus propias apps se instalen en dispositivos no certificados.

La pérdida de acceso al GMS también significa que los desarrolladores no serán capaces de intervenir en las interfaces de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) de Google en los nuevos dispositivos.

La consecuencia es que las apps pueden perder algunas funciones.

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