Reportajes

Código del silencio, difícil condenar a un médico

medicos-presos

Iniciar una batalla contra un médico o varios por negligencia no es algo tan sencillo, por lo que se deben recorrer kilométricos caminos llenos de espinas, culebras y protegerse de tormentas de decepción, presión e impunidad, principalmente de los gremios de galenos.

Pocas condenas  a  médicos

En los últimos 10 años solo se han condenado tres médicos. El primero fue Alfredo Lammie Graham en Chiriquí, sentenciado a 3 años de prisión, prohibición de ejercer cargos públicos y no ejercer la medicina, ya que fue declarado culpable de aborto provocado y que le costó la vida a Yessenia Gómez.

La otra condena fue para María Dolores Crossman, sentenciada a 48 meses de cárcel por el delito de homicidio culposo y ejercicio ilegal de la profesión. Crossman le practicó cirugía estética a una joven en David, Chiriquí, quien falleció por complicaciones tras la operación.

En esa misma provincia a un médico le prohibieron operar por dos años, ya que se negó a atender a un joven que fue trasladado porque recibió una patada en la cabeza, dijo Roger Barés, del Comité de Protección a Pacientes.

Le dejaron  unas  tijeras  adentro

En las autopistas de las denuncias encontramos casos como el de Yissel Morán, quien nueve meses después de someterse a una cesárea su vientre siguió hinchado hasta que se tomó una radiografía y descubrió que le dejaron unas tijeras dentro de su anatomía.

Las historias abundan como gasas o aparatos para operación dentro del cuerpo del paciente, recetas mal dictadas, negación a atender una persona, suman la lista interminable de denuncias y otras.

Y no es tan fácil porque para acusar a un médico dependerá si se trata de hospital privado o estatal.

Un galeno, quien pidió no se revelara su nombre, explicó que en los hospitales privados las administraciones se desvinculan de los casos de negligencia médica y dejan al médico para que se defienda.

Hospitales privados  toman distancia

“Si ven que el asunto es grave se crea un comité y se sanciona administrativamente al médico involucrado en estos casos. Generalmente se les prohíbe que operen en sus clínicas”, dijo.

En el caso de un hospital estatal, ya sea de la Caja del Seguro Social (CSS) o del Ministerio de Salud (Minsa), según la fuente, se tratan de desligar de la denuncia, si se trata de un médico residente (quienes operan) y le trasladan el paquete al especialista. Esté pocas veces es sentenciado.

Dentro de quirófano, confirma la fuente, debe estar el especialista, el médico residente, el interno, el anestesiólogo y el residente de anestesiología, una enfermera y una circuladora técnica.

Indicó que eso es lo correcto, pero que no sucede eso, principalmente en los hospitales estatales por falta de personal y los privados por los elevados costos.

“Si se encuentra culpable a un médico se le suspende la licencia por un tiempo determinado, pero no toda la vida”, subrayó.

Aparte de los lagos de azufres necesarios para lograr una condena a un galeno, también se debe tener paciencia porque los casos demoran hasta diez años, dinero para abogados y corazón para resistir fallos inesperados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *