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Rotaciones en el MP no ayudan al rescate de la autonomía ni credibilidad ciudadana

Hoy, ciudadanos cuestionan o aplauden, las “novedosas rotaciones” de fiscales, tal como si fuera la esencia del problema funcional y de efectividad del Ministerio Público. De antaño, la institución carece de independencia, autonomía, credibilidad y confiabilidad ciudadana, en consecuencia, el camino que tome, comúnmente, caminos trillados carentes de creatividad, nada aporta al rescate de efectividad y confiabilidad, expresó  el abogado Moisés  Bartlett a La Verdad Panamá.

En un  análisis  sobre  las  rotaciones  realizadas  por el  Procurador  General de la Nación, Eduardo Ulloa, Bartlett  indicó  que el mecanismo de rotaciones de fiscales dentro de cada “nueva” administración de Procurador (a) de la Nación, se ha convertido en costumbre, que genera expectativas o decepción en aspiraciones ciudadanas que reclaman independencia, objetividad, eficiencia y efectividad en los procesos de investigación. Nada ha variado.

De otro lado, el método de designación y aprobación del Procurador General de la Nación aunque recientemente varió implementando exquisitas valoraciones extraídas del mundo surreal, parece no resultar satisfactorio en opinión pública, igual crecen las exigencias, críticas, hasta descalificaciones, argumentó.

Ministerio Público  exhibe  selectividad

“El Ministerio Público, por décadas, dije décadas, exhibe descaro por selectividad en sus investigaciones. Además, ha realizado y realiza investigaciones violatorias de Derechos y Garantías, de términos, del respeto al eficaz y oportuno derecho a defensa, decretan a conveniencia y hasta sin término, “reserva del sumario”. Estimo que, ciudadanos y abogados pueden coincidir en esta realidad que trasciende quinquenios de gobiernos que, por comodidad y beneficio, gustan de procuradores complacientes”,  puntualizó  el jurista.

Esta situación, a juicio  de  Moisés  Bartlett, se ha transformado en hechos recurrentes que rebasan a la persona que ocupa el cargo. Se debe a un franco y visible deterioro institucional. A pesar de que, personalizar es un error, a riesgo de equivocar, la reciente rotación de fiscales sigue siendo una facultad legal del Procurador que nada aportará a la recuperación institucional. La pregunta que surge es ¿a qué criterios responde esa decisión?

Casos  del alto perfil

Bartlett  hizo  mención a  los  casos  de alto perfil y  exclamó que  en el único país de Latinoamérica en que los casos Odebrecht no han tenido severas consecuencias, para autoridades de antaño y de hoy, como también, a empresarios y políticos, es Panamá. Y es que el tema no data de cuestionamientos o hechos supuestamente vinculados a Varela, tiene antecedentes, vivencias y beneficios de “cola larga”. Aun así, los fiscales a cargo de las investigaciones de esos “casos complejos”, no pueden, diferente al resto de sus colegas de Latinoamérica, exhibir éxito de condenas por sus investigaciones.

En esa idea, decir que es culpa exclusiva del Órgano Judicial, no es correcto, es una falacia. La violación de derechos fundamentales, entre los cuales se incluye, violación de términos y normas procesales, debe producir nulidad, realidad de algunos casos. Se entiende que los fiscales son expertos en materia procesal, señaló.

La realidad histórica de decadencia de prestigio, credibilidad y eficacia del Ministerio Público, no nace hace 2, 5, 10 o 15 años. Su decadencia es aparatosa y sostenida en el tiempo.

Lo que hoy tenemos, es más de lo mismo. Rotación, insatisfacciones, cuestionamientos a favor y en contra. ¿Algo novedoso, eficiente, eficaz, esperanzador dentro del Ministerio Público? Me parece que permanecemos empantanados en lo mismo, por ahora, nada cambiará, puntualizó  el jurista  Moisés  Bartlett.

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