La importación de profesionales extranjeros sin mayores requisitos es una propuesta suicida para los panameños
Sustentar que la contratación de profesionales extranjeros sin los requisitos de ser nacional ni de idoneidad, traerá un crecimiento sostenido, constante y que busca crear la competencia, es falso, desfavorable y suicida para los panameños, expresó el abogado Angel Calderón.
Guillermo Chapman se pega al concepto del economista Ricardo Hausman quien en su momento señaló que una de las claves para impulsar la economía panameña es la atracción de profesionales extranjeros, sin embargo, no establece científicamente como se beneficiaría el Estado al eliminar las restricciones de nacionalidad a ciertas profesiones, señaló el abogado.
“Lo que si observamos al estudiar la moción inconstitucional proveída, es una serie de desaciertos que rayan con la intelectualidad y capacidad profesional de muchos panameños, precisamente porque buscan con su teoría neoliberal sustentar que la oferta de mano calificada y pobre demanda local, abrirá mercados cerrados y cabañas vacías”.
Afirmar que con la contratación de profesionales de carreras restringidas, estos llegarán a comprar como locos, es como pensar que el agua moja. La realidad de ese pensamiento demuestra el plagio de su proponente, cuando cual calco de lo expresado por el letrado de Harvard, Ricardo Hausman, replica en la misma sintonía un manual de desaciertos y mentiras, máxime que lo planteado deja de ser recurrente para convertirse en impertinente e ilógico, porque pensar que las mentes brillantes migrarán a Panamá como pretende hacer ver el proponente Chapman es solo un viaje de ciencia ficción y no realidad, apuntó Calderón.
Sustentar que el crecimiento no solo será sostenido sino, constante y favorable a Panamá con esta ya no mano de obra, sino de profesionales, no busca crear competencias saludables sino más bien desfavorable. Sabido es que estos profesionales vienen de economías pobres y con situaciones políticas cuestionadas donde adquirir un dolor es sacarse la lotería, entonces de qué hablamos, exclamó. ¿Será que los panameños nos iremos a ofrecer nuestros servicios en reciprocidad a la oferta y demanda de aquellos nacionales que ingresen al país sin más restricciones que el pasaporte? Preguntó.
Aquí vemos que se busca en realidad es explotar más al extranjero necesitado y arrinconar al profesional panameño.
“Ya imagino clínicas de implantes, cirugías y estéticas compitiendo con grandes hospitales de Estados Unidos, Canadá, Alemania e Inglaterra, solo por mencionar algunas de las cuales si pudiera aprenderse mucho del nivel técnico y profesional, pero lo más seguro es que eso no será así; lo que veremos son miembros de la aristocracia panameña y que le pagan a Chapman, ofrecer esos servicios en sus desocupados locales y, obvio, contratando profesionales de Venezuela, Cuba, República Dominicana u otras latitudes con un nivel menor de exigencias salariales y así sucesivamente en cada una de las rutas y profesiones ya trazadas para competir sin mayor obstáculo y de esa forma llenarse los bolsillos”, afirmó.