Portada

Medidas económicas impuestas nos llevarán a un empobrecimiento sin precedentes

 Redacción La Verdad Panamá

La extensión de la suspensión de los contratos de trabajo es una a irresponsabilidad extrema, no resuelve la situación de los trabajadores y sus hogares, por el contrario, atenta contra las fuentes de empleo.

Así manifestó a  La  Verdad Panamá  el abogado Moisés  Bartlett  quien observa  con preocupación a  profesionales  desesperados   que   son abordados  por entidades  bancarias rumbo a la  pérdida  casas, autos  y otros  bienes.

“Esto se debe a la ausencia de un plan coherente y sostenido de reactivación económica consensuado, entendido y respaldado por los sectores productivos y actores sociales.  La afectación psicológica y emocional a niños, adultos mayores y población en general consecuencia del encierro, es ignorada dentro de la recurrente estrategia del fracaso, la tozudez y de tropiezo con la misma piedra”.

Sostiene  Bartlett que las nuevas medidas restrictivas de la libertad y de los Derechos Humanos, decretadas por el gobierno, solo es, más de lo mismo. Durante casi once largos meses, la estrategia gubernamental ha girado dentro de un círculo vicioso cuyos resultados han sido catastróficos tanto para la salud física y mental de los ciudadanos, como para la economía.

No hay nada creativo ni inteligente. Puntualiza que no se trata de que llegaron al extremo de haber agotado su capacidad de actuación científica, diligente, de gestores responsables, funcionarios creativos o autoridades sensibles, es que, el largo y dramático periodo de pandemia, nunca ha sido tratado ni animado por estas concepciones.

El encierro ha traído solo factores negativos. Según  Bartlett, el encierro, medida retrograda, se dicta ausente de estrategia de barrido oportuno por áreas que exhiben alto contagio, sin la inmediata atención a quienes registran positivos al COVID; en realidad, los positivos son enviados a sus casas con la incumplida promesa de que recibirán medicamentos y asistencia médica en sus hogares, eso es una falacia. Desde el punto de vista económico, la situación es caótica. Los ejemplos son tangibles.

Deploró que el gobierno  le deba a funcionarios de salud horas extras, que son amenazados si continúan con las denuncias. Mantiene una deuda insoportable con los hoteles hospitales de más de 8 millones de dólares; restaurantes cerrados o por cerrar. Empresas y locales comerciales exhiben letreros de cerrados y se alquila.

Mientras el país y los ciudadanos nos encaminamos cada vez más hacia el despeñadero, los jerarcas del gobierno, “que navegan en trasatlántico y cruceros”, mantienen sus jugosos salarios palaciegos, los municipios destinan gastos de movilización y proyectos superfluos para esta coyuntura; alquileres de autos, confecciones de letreros, increíble, gastan nuestros recursos en “pendejadas”, claro, en las que pueden sacar provecho, exclamó.

Cuestiona  el  jurista  que los  panameños observamos pasivos, la información que revela que desde el gobierno recurren a negociados, sobre costos, trampas, juega vivo, actos que sin resquemor alguno, exhiben los personeros gubernamentales.

“Nos perdieron todo respeto, ellos, los gobernantes conforman una casta arbitraria y opresora, los ciudadanos cada día, perdemos más derechos y garantías individuales y sociales. No vislumbra la menor esperanza de que la situación de contagios, muertes y empobrecimiento del país disminuyan, con la aplicación de la estrategia más de lo mismo”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *