Condiciones de centros de salud deben mejorar para integración de MINSA y CSS
Redacción / La Verdad Panamá
El proyecto de ley que crea el marco legal para el acceso a servicios de salud y medicamentos mediante la compensación de costos entre el MINSA y la Caja de Seguro Social, en beneficio de pacientes asegurados y no asegurados en todas las instalaciones de salud del país, debe enfocarse en la calidad de la atención a la población.
El documento establece que el objetivo principal de la ley es que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud y medicamentos, de manera expedita y gratuita, tal como lo garantiza la Constitución de la República de Panamá.
Una fuente del sector salud manifestó a este medio que esta integración se ha venido aplicando desde hace años, principalmente en el interior del país y que quizás obedezca a las dificultades que hoy se han evidenciado por la pandemia del COVID-19, entre ellas, que los hisopados en las policlínicas se les practique solamente a los asegurados, dejando si este servicio básico a los no asegurados.
Otro de los inconvenientes que van en perjuicio de la población vulnerable, se observa en la repartición de los kids exclusivamente para los pacientes no asegurados. Se han presentado una serie de situaciones que han desnudado la situación y capacidad del sector salud, como la dualidad de funciones que redundan en la poca efectividad, eficacia y funcionamiento del sistema, explicó la fuente.
Centros de salud no están en condiciones
Sin embargo, más allá de la integración o de las razones que argumenten los diputados, la calidad de la atención es el talón de Aquiles. No podemos continuar con centros de salud en condiciones deplorables de bioseguridad, en materia de infraestructura y capacidad, todo esto va relacionado con una atención digna y de calidad, aportó el galeno a La Verdad Panamá.
Si se va a integrar o a unificar que se proceda pensando en la calidad de atención de la población, destinando las inversiones que sean necesarias.
Hizo referencia a la población de vendedores informales extranjeros que facturan día a día pero que no pagan seguro y que fácilmente, con esta decisión pueden optar por atenderse en alguna policlínica de la Caja de Seguro Social, en detrimento de los panameños y de la misma institución que agota recursos de salud.
Este medio conoció que durante la administración de Ricardo Martinelli se sugirió que el MINSA diera a la Caja de Seguro Social la parte de su presupuesto destinada a servicios de salud y que la CSS administrara todos los hospitales y servicios de salud, pasando el personal de salud con su respectivo presupuesto. Así la CSS compraría todos los insumos médicos de manera global (usualmente al MINSA les cuestan más) y todos los hospitales podrían atender a todos los ciudadanos por igual.
“El problema con los convenios de compensación de costos es que nunca han sido eficientes y el MINSA suele decir que la CSS le debe dinero, mientras que la CSS dice lo mismo del MINSA”, dijo una fuente que reconoció que ningún ministro de Salud ha estado de acuerdo con esa propuesta.
Si pasaran todos los hospitales y personal de salud, junto con los respectivos presupuestos, la CSS podría administrar todo mejor, se podrían reducir costos, optimizar los servicios y dejaría de existir la absurda rivalidad entre el personal de salud de ambas instituciones. La CSS debería poder comprar los medicamentos a mejor precio por ser mayor cantidad y todo debería mejorar, expresó un exfuncionario de la administración del expresidente Martinelli.
Por su parte, el doctor Gilberto Tuñón, asesor económico de la Confederación de Trabajadores de la República de Panamá (CTRP), argumenta que el sistema de compensación de costos existe desde hace muchos años cuando se dieron los primeros pasos de la integración en salud entre el Minsa y la Caja de Seguro Social.
Siempre se rigió a través de convenios entre ambas instituciones. El artículo 143 de la Ley 51, establece la coordinación interinstitucional de la atención médica. El Decreto Ejecutivo 290 del 9 de julio de 2019, establece el proceso de coordinación efectiva y sostenible de los servicios integrales de salud, de forma gradual y por etapas.
Concluye Tuñón que el paso es positivo aunque lo malo es que aún no se tiene con claridad un sistema de costos real de los servicios ofrecidos ,en consecuencia no se sabe efectivamente cuánto cuesta el mismo servicio en la Caja o en el Minsa.