Gobiernos explotan el patrimonio histórico como promesa política y jamás cumplen
Redacción La Verdad Panamá
La demolición de edificaciones que son patrimonio histórico en el casco antiguo de la ciudad de Colón, no deja de generar debates y posibles soluciones que permitan un balance entre la renovación urbana y el cumplimiento de la ley en materia de la preservación de nuestra historia.
El abogado Gonzalo Hincapié sostiene que dentro del Código Judicial existe la figura del proceso denominado “Obra ruinosa”, que es aplicable para las obras que están en peligro de derrumbarse y, que por ende, pueden ocasionar una desgracia, por los años de construcción o por el simple hecho de no darles el debido mantenimiento preventivo.
“Lo que sucede es que cada gobierno de turno, toma estos problemas y los convierte en promesa política, que saben que no pueden resolver y que son un alivio en el momento; pero la realidad es otra”, afirmó el jurista.
Considera que en el caso de los inmuebles de la Provincia de Colón, se debe hacer una remodelación seria, en aras de recuperar la imagen que se perdió y que todavía se puede hacer un proyecto macro en lo que fue la llamada “tacita de oro” de la que hoy sólo quedan los recuerdos, que son aprovechado para la politiquería barata y los actos de corrupción.
Una de las promesas que más llamó la atención fue la del expresidente Juan Carlos Varela quien al inicio de su mandato aseguró que la Casa Wilcox sería restaurada, sin embargo, el compromiso quedó en palabras vacías, pues, más tarde le dijeron al pueblo colonense que el gobierno no contaba con los fondos totales para la recuperación de ese inmueble cuyo costo sería de 15 millones de dólares.
La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), señaló en un comunicado que la Ley 47 de 8 de agosto de 2002 declara Conjunto Monumental Histórico el Casco Antiguo de la ciudad de Colón, siendo el marco legal para preservar la gran riqueza histórica y cultural de esta importante región del país que ha sido cuna de movimientos que contribuyeron a la formación de nuestra nacionalidad. “Se falta a la verdad pensar que dicha ley es la que ha detenido el desarrollo”.
Reconoce la SPIA que es necesario mejorar la inversión para restauración, lograr incentivos, mejorar los tiempos y trámites en la construcción; sin embargo, las autoridades locales no pueden dar cabida a las improvisaciones de las demoliciones, a la omisión de prácticas contenidas en el Manual de Procedimiento de rescate e intervención, al desconocimiento del inventario de las condiciones de las edificaciones y la guía de Ordenamiento Territorial.