El Gold Roll y el Silver Roll en la salud

Edmundo Dante  Dolphy  /  La Verdad  Panamá

La Caja de  Seguro Social permanece  en “cuidados intensivos” con  un pulso agonizante  a la espera  de un remedio  que  la salve de una  muerte  segura. Mañana  1 de octubre ingresa  un equipo  de  facultativos que dice   contar  con la  fórmula para reanimarla  y  restablecer  la confianza  ciudadana que hace  muchos  años  perdió.

El director  general que  está por estrenarse ha  realizado  exposiciones  magistrales  ante  los medios de comunicación social sobre  sus  planes  y visión para  rescatar  una  entidad  enferma, agotada, abandonada  y  sobre  todo, absorbida  por  el flagelo de la corrupción y   la  manipulación política.

Señor  director general, usuarios, pacientes, jubilados y pensionados se cansaron de los  cantos de  sirena y  de la demagogia barata basada  en  promesas dirigidas  a  mejorar la calidad del servicio, lo que  exigen  es  respuesta a los problemas recurrentes  de  falta  de  medicinas, mora quirúrgica, carencia de   especialistas, pésima  atención y, en ocasiones, desprecio  por la  vida  humana, a juzgar  por  el número considerable de  negligencias médicas cuyas denuncias   se ahogan  en los pasillos  y consultorios  cómplices  de la  institución o se  archivan  en los  despachos  judiciales.

¿Está  usted  dispuesto  a revertir  la percepción de que en  Panamá existen dos  tipos de  atención  en salud,  a saber; el Gold Roll  y  el Silver Roll  de triste  recordación  en los  tiempos de la construcción del Canal de Panamá, pero que en concepto  de  la salud podemos dibujar  sin mayor  dificultad?

Los del Gold  Roll  son los ciudadanos  que pueden tocar  las  puertas  de  un hospital o clínica privada  y atenderse  por  contar  con  un seguro  que los cubre  y les  garantiza  una atención  de primer mundo – paradójicamente  son los mismos especialistas que en la CSS llegan tarde  o te auscultan  en cuatro minutos  y    con mala  cara- y  los del Silver  Roll, son los  panameños de a pie, que se ven obligados  a acudir  a  una instalación pública de salud  porque  su realidad económica no da para más, son los  ciudadanos del interior que  sufren enfermedades  y  mueren  en  ocasiones  porque no hay especialistas,  además de  que el  desabastecimiento de  medicamentos  es cuasi criminal.

Los  del Silver  Roll  son los  ciudadanos y  pacientes  que indefectiblemente acuden  al Complejo Hospitalario  Metropolitano a recibir  atención,  bajando santos  y orando  al Todopoderoso para que  la muerte disfrazada  de  algún virus  o bacteria  en sus instalaciones no les apague  la vida.

Son los  que ingresan  en busca de salud  y  salen en  extremaunción como  históricamente  ha sucedido  con los  casos de la  KPC, el envenenamiento por  dietilenglicol  y  el profundamente  doloroso episodio  de la muerte de  21  neonatos  en la sala de  Cuidados  Intensivos de  Neonatología  del seguro  social.

Estas  son  las desgracias a las  que se expone  la gente  pobre  y humilde de Panamá.

El compromiso de cambio y transformación social  de  este  gobierno podremos  medirlo en la toma de decisiones que  en materia de  salud nos vendan, anteponiendo los intereses de  una  población vulnerable que también es  panameña y merece  calidad  y calidez cada  vez  que  camina  en dirección a una instalación de  salud.