Crisis sanitaria no debe ser pretexto para violar los derechos y garantías ciudadanas
Redacción La Verdad Panamá
El Estado nunca puede estar por encima del derecho aún en situaciones de crisis como la actual porque violenta la institucionalidad y puede aflorar en consecuencias sociales lamentables, dijo a La Verdad Panamá, el abogado Ángel Calderón.
Vivimos en un país gobernado por decretos y leyes que rayan con el ordenamiento constitucional con un órgano judicial que en lugar de ser un contrapeso se muestra genuflexo, en una letanía constante y con demoras en sus pronunciamientos, señaló.
“Partimos del hecho que una crisis sanitaria como la que hoy se vive no puede ni debe ser la excusa perfecta para dejar de hacer o hacer, la ley prevé los mecanismos e instrumentos necesarios para el manejo de tan conflictiva situación, pero claro un sistema presidencialista designa y también pareciera ser que nombra y destituye”.
Opina Ángel Calderón que para nadie es extraño que las violaciones al espíritu y contenido de la Constitución Nacional son una clara amenaza a una serie de derechos y garantías ciudadanas, pero claro que es fácil violarlos y no enmendarlos mediante una corporación de justicia que responda por derecho y no a sus intereses.
La justicia debe fluir, dar esa seguridad al ciudadano que el Estado no está por encima del derecho, entendemos que la crisis sanitaria es agresiva y que no perdona, pero ello no debe interpretarse como una patente de corso o contrato en blanco dado al Órgano Ejecutivo, ya que ello es peligroso y lesivo la institucionalidad del Estado porque más adelante vendrán las consecuencias, advirtió el jurista.
Ya es hora que el Órgano Judicial se dé a respetar por los gobernantes de turno y tome las decisiones que en derecho corresponden y deje de bailar al son que le toca el Ejecutivo. La justicia es orden y el orden es respeto, las leyes son hechas por el hombre para ser respetadas y acatadas en beneficio de una colectividad y ésta no es la primera pandemia en el mundo pero si es la primera vez que no toca lidiar con ella y en un Estado de Derecho prácticamente suspendido y bajo la carátula de un Estado que dice ser democrático y que a la postre se maneja igual que la justicia en lo ancho para ellos y lo estrecho para pueblo, expresó.
Condenó que el país continúe sin conocer los límites de lo justo y lo correcto en administración de justicia con jueces de garantías sometidos al sistema inquisitivo de los fiscales, temerosos de actuar por la influencia de los medios de comunicación y no son oportunos en sus sentencias.
Esto ha sido una constante en la administración de justicia, afectada por la pandemia y dentro de la que se justifica decisiones que ponen en peligro la estructura de la democracia allanando el camino a una desobediencia civil que involucre enfrentamiento con las autoridades, concluyó.