Expresiones

Coronavirus en el HST

Por: Joaquín Avilés

El hecho sobre la infección de coronavirus en dos salones de operaciones del hospital Santo Tomás ocurrió el martes 12 de mayo, en horas de la mañana. Es un hecho irrefutable que los dos pacientes no recibieron la prueba sobre el Covid-19 antes de ser sometidos a sus respectivas cirugías.

El problema se suscitó cuando el director médico del HST, Elías García, apenas debutaba en esta posición, porque recientemente había sido escogido en un concurso organizado por el Patronato del nosocomio. García aún no ha tenido tiempo para organizar su equipo de trabajo.

En el HST existe un Departamento de Cirugía, dirigido por una galena, y este departamento es responsable de los servicios relacionados con cirugía general, trauma, otorrinolaringología, urología, ortopedia y coloproctología. El problema se registró tanto en cirugía general como en trauma.

De manera oficial, por ahora hay un cirujano y cuatro médicos residentes (estudiantes que se especializan en cirugía) quienes dieron positivos por Covid-19. Como se dijo en líneas arribas, dos pacientes sometidos a cirugía también resultaron contaminados por el coronavirus.

Los cinco galenos contaminados, quienes no muestran síntomas evidentes, permanecen en cuarentena y descansan ahora en uno de los hoteles privados destinados para tal fin.

Aunque el Minsa insiste ahora en echar la culpa del contagio sobre ambos pacientes, lo cierto es que nadie dentro del HST puede asegurar dónde inició el problema, ya que la administración no siguió el protocolo para aplicar las pruebas (en especial para los pacientes) antes de que los ciudadanos entren a los quirófanos.

La orden para que los médicos afectados, pero asintomáticos, por el Covid-19 siguieran laborando, provino del Departamento de Cirugía, aunque no se sabe quién específicamente firmó el memorando. Luego de que este asunto trascendiera a la opinión pública, existe un total hermetismo en el mencionado departamento y hay órdenes estrictas (orales y no escritas) para que nadie comente nada al respecto. Los archivos permanecen bajo llave.

Los dos pacientes que fueron operados y que están infectados por el Covid-19, sospechosamente fueron trasladados mediante ambulancias de la Policía Nacional. Nadie sabe en cuál nosocomio se recuperan ambos pacientes.

En conclusión, todo el problema ha surgido porque la administración del HST se maneja con una actitud miserable, pues intenta ahorrar dinero con la no aplicación de pruebas y tampoco suministra los suficientes insumos desechables (batas, mascarillas, etc.) para cada operación y para todo el personal de salud involucrado en las cirugías. Estos insumos desechables deben ser descartados por todo el personal de salud luego de cada intervención quirúrgica; el protocolo exige nuevos insumos para cada nueva operación.

No hay que olvidar que la clase médica está frustrada porque gente que no tiene nada que ver con salud (diputados, ministros, etc.) utilizan mascarillas más finas que las usadas por el personal médico.

Al igual que la pregunta sobre quién fue primero entre el huevo y la gallina, las autoridades del HST no cuentan ―repetimos― con la capacidad técnica para precisar si los pacientes contaminaron al personal de salud o viceversa. Un escollo innegable es el tiempo tan extenso para recibir los resultados de las pruebas (tres días como mínimo). Y cuando un paciente requiere de una operación urgente, hay que meterlo en el salón quirúrgico ―sin aplicar las pruebas― para salvarle la vida.

Lo cierto es que, luego de todo lo ocurrido y conocido por la opinión pública, la administración del HST aplica ahora adecuadamente los protocolos (pruebas para todos) y provee los insumos desechables para todo el personal de salud involucrado en cirugía… esta vez sin actitud de avaricia.

OTRO PUNTO. El 20 de marzo de 2020 ocurrió otro hecho similar cuando el ortopeda Dr. Jorge Velarde también fue infectado por el coronavirus. Todos los involucrados fueron puestos en cuarentena. La administración tampoco está en la capacidad técnica para aseverar quién fue el agente contaminante. En este caso, la persona operada no recibió la prueba.

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